AAVV: "Breve Antología de Cuentos 4"

DESDE UN ALFILER HASTA UN ELEFANTE
  1. Señor Millares: un día tuvo la necesidad de comprar una máquina de afeitar para él y su pareja Juliana y terminó adquiriendo todo aquello que le ofrecieron en el bazar. Siempre había sido un hombre sin grandes ambiciones, de una tendencia claramente de izquierda y muy educado. Sin embargo, su paso por aquél bazar le significó una ruptura con sus costumbres de entonces. Luego de que adquiriera numerosos bienes innecesarios, Juliana lo abandonó.
  2. Montesinos: era un vendedor del Bazar Millet. Se encargó de persuadir al señor Millares para que compre diferentes productos. Era de buen porte, figura atlética, mirada penetrante y voz autoritaria. La amabilidad que demostraba primeramente al atender un cliente sólo era un simple recurso para vender sus productos; si aquello no bastaba, no dudaba en usar la persuasión y la violencia.
  3. Juliana: era la pareja del señor Millares. Era una mujer de principios anticonsumistas y se cuidaba en las comidas. Cuando Millares adquirió tantos productos en el Bazar Millet ella lo dejó.
  4. El burócrata: cuyo nombre no se señala en la obra, tiene un aspecto extremadamente serio y formal.
PARÁBOLA DEL TRUEQUE
  1. Comerciante: era todo un traficante: cambiaba mujeres rubias despampanantes por las esposas de los hombres de un barrio. Cuando estas rubias fueron arruinándose con el paso del tiempo, los hombres que accedieron al trueque le juraron venganza. El barrio donde comerció este estafador quedó hecho un desierto, sin gente.
  2. Narrador: fue el único del barrio que no accedió a cambiar a su esposa Sofía por las rubias voluptuosas que ofrecía el traficante. Su fidelidad se traducían con sus características de temeroso, vergonzoso, dócil y por demás buenudo. Al fin y al cabo resultó beneficiado luego de que las rubias que adquirieron sus vecinos se hayan arruinado.
  3. Sofía: era la esposa del único hombre en el barrio que no la cambio por las rubias despampanantes que ofrecía el traficante. Su actitud de indiferencia, malhumor y frialdad le servían para repudiar la actitud de su esposo por no cambiarla. Al fin y al cabo, las rubias se arruinaron y ella resultó ser la morocha más codiciada del barrio.
EL FIN
  1. Recabarren: era dueño de una pulpería. Recabarren era de cuerpo flaco y chiquito y tenía rasgos indios. Tenía un aire agotado y apesadumbrado. Usaba un poncho viejo y de mala calidad. Es portador de un carácter moldeado por los difíciles sucesos que ha padecido en su vida. Quizá la cualidad más tajante de su personalidad es la de no dar a los acontecimientos mayor dimensión de lo que en realidad tienen, es decir, vivir en el presente sin importarle demasiado el pasado o el futuro.
  2. Chico: se puede presuponer que el chico era el hijo de Recabarren. Tenía rasgos aindiados y un aire apesadumbrado.
  3. Negro: el negro era un gaucho que pasaba todo el tiempo tocando acordes con su guitarra. Su apariencia inofensiva hacía pensar que es incapaz de matar a una mosca. Aunque esto no era tan cierto. Muy en el fondo de su ser escondía un enorme sentimiento de odio y el deseo de vengarse de quien mató a su hermano. Sabía defender su honor, por lo que no tenía ningún problema de demostrar su valentía.
  4. Martín Fierro: desde las espuelas hasta el facón de Martín Fierro estaban envueltos en un aire gauchesco. Asimismo, era prácticamente inconcebible imaginarlo sin su caballo moro. Su chambergo y su largo poncho oscuro terminaban de configurar su clásica imagen de gaucho de las pampas. En su sangre se adivina el coraje y el honor.
LA BODA
  1. Novia: era una mujer que se casó por Iglesia. Usaba un vestido de cola larga de dejaba su rastro por el piso.
REGALO PARA UNA NOVIA
  1. Horacio Fortunato: se había criado en una familia de circo. Era heredero de una tradición de familia que él siguió, más que nada, porque le gustaba tener dinero. Un día se enamoró de Patricia Zimmerman, a la que intentó conquistarla de diferentes maneras. Este morocho elegante, de pelo largo y ojos vivarachos utilizó su imaginación, audacia y destrezas físicas para enamorarla con un toque humorístico.
  2. Patricia Zimmerman: era una judía como de 40 años, huesuda y chiquitita. Tenía un buen pasar ya que su esposo, dueño de una joyería, le brindaba los mejores lujos para que ella luzca radiantemente elegante. Un día Horacio Fortunato se enamora de ella, pero su petulancia y orgullo le sirvieron para rechazar aquel hombre.
  3. Sr. Zimmerman: era dueño de una importante joyería y le brindaba los mejores lujos a su esposa Patricia.
DESACUERDO
  1. Juan Joaquín: era un hombre tranquilo y aplicado en sus acciones. Era muy sentimental, por lo que un día, al cruzarse con Viliria, se enamoró. Su pasividad e ingenuidad lo llevaban a desconfiar y temer de su romance clandestino con aquella mujer casada. Sin embargo, para bien, él le deseaba felicidad tomase la decisión que tomase.
  2. Viliria: era una morocha de ojos bien negros; tenía una hermosura encantadora para los hombres. Estaba casada con un tipo valiente y celoso, y algunas veces, ella le daba motivos ya que le era infiel. Mantuvo una relación en secreto con Juan Joaquín, a quien se podría decir que lo usaba de a momentos.
EPÍLOGO CON EL DIABLO
  1. Simón Patiño: era ex presidente de Bolivia, que falleció a los 89 años. Había vuelto a su país de origen embalsamado y bien producido para que lo velaran. En su vida fue un tipo prevenido, de gran presencia y que tenía mucho dinero. Este magnate, nacido en Cochabamba, era reconocido como prócer para muchos que lo querían. La multitud que lo acompaño en el despido de sus restos fue un claro ejemplo.
  2. Antenor: fue presidente sucesor de Patiño. Sus pelos blancos, patas de gallo, pupilas caídas y gestos poco expresivos eran algunos rasgos de su edad avanzada. En todo momento acompañó la formalidad, mezclado entre la plebe que él desdeñaba.